Depredación y Salvación de la Vicuña
El imperio de los Incas fue la organización política más sofisticada de la era precolombina, y los camélidos sudamericanos desempeñaron un papel crucial en su desarrollo, al servir de abrigo, alimento y medio de transporte. Por su parte, la Vicuña era considerada un animal sagrado, respetado por encima de todo.
La conquista española y la llegada de especies europeas marcó el declive de esta civilización. La caza se volvió una actividad indispensable para subsistir y los camélidos sudamericanos estuvieron cerca de extinguirse. Se estima que, durante el virreinato español, se cazaron cerca de 2 millones de Vicuñas.
A pesar de diversas medidas de protección en la época republicana, la caza indiscriminada continuó y hacia 1960 sólo quedaban alrededor de 5,000 Vicuñas en Perú. A partir de aquí, se realizaron diversas acciones para prohibir su caza y el comercio ilegal de su fibra, entre ellas la creación de las Reservas Nacionales de Ayacucho y Arequipa, la Convención de la Vicuña entre Perú, Bolivia, Ecuador y Chile, y la inclusión de esta especie en la “Convención del Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres”. Poco a poco, el divino tesoro de los Andes recupera su legado. La larga noche que las puso al borde de la extinción ha concluido y los Andes han vuelto a cobijarlas. En Michell & Cía. nos enorgullecemos de haber contribuido con el rescate de este animal paradigmático, compartiendo el amor por su historia y sustentando su crianza responsable.